El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha finalizado su informe anual sobre la economía española. Según se recoge en el mismo, la combinación de una política fiscal, orientada a la consolidación y la estabilidad, y las considerables reformas introducidas, tanto en los mercados de productos como de trabajo, junto con la moderación salarial registrada ha permitido a la economía española alcanzar en los últimos ejercicios un elevado ritmo de crecimiento y de creación de empleo.

Tal como se deduce de las previsiones del Fondo, la economía española en 2003 previsiblemente alcance una senda de expansión más elevada que en el ejercicio recientemente finalizado. De hecho, el FMI no prevé que España participe en la desaceleración proyectada para la zona euro. Asimismo, es destacable el nuevo impulso en la creación de empleo que, al contrario de previas fases de relativo estancamiento, no ha registrado la contracción que ha caracterizado a la economía española.

A corto plazo el informe considera que la economía española presenta tres factores que permiten ser optimistas para retomar esa senda de aceleración. En concreto, se cita tanto las condiciones de política monetaria, relativamente laxa, que imperan en la eurozona como la reforma impositiva, que recientemente ha entrado en vigor, y el continuado esfuerzo del programa de inversiones públicas.

Con todo, insiste el Fondo en que sigue sin existir margen para la autocomplacencia. En efecto, se considera una serie de riesgos que pueden influir sobre la fase proyectada de crecimiento. Así, se cita la elevada incertidumbre que en la actualidad afecta globalmente a la economía mundial y a la latinoamericana en particular, el incremento en nuestro país del endeudamiento de las economías domésticas, el auge en el mercado inmobiliario y, finalmente, las tensiones en precios. Estos riesgos se tachan de manejables, si bien conviene su vigilancia.

En opinión de los economistas que siguen la evolución de España, se hace necesario proseguir con una serie de reformas que permitirían a nuestro país un crecimiento sostenido a medio y largo plazo.

Así, se recomienda una revisión del actual sistema de negociación colectiva, dado que, según el FMI, presenta en la actualidad una excesiva indexación y desincentiva la movilidad geográfica. Se recomienda que las negociaciones se abran a los distintos condicionantes del trabajo, no limitándose en la práctica a discusiones salariales.

En el ámbito fiscal, se hace una especial mención a la Ley de Estabilidad Presupuestaria que el Fondo considera esencial tanto para anclar los logros de consolidación fiscal ya alcanzados como para generalizar la cultura de disciplina fiscal. Si bien dicha Ley permite cumplir con holgura el Pacto de Estabilidad y Crecimiento comunitario, parte de su éxito futuro recae sobre la mejora de la disponibilidad y de la calidad de los datos fiscales de las CC.AA.

Otras reformas mencionadas hacen referencia a los mercados de bienes y servicios y a las pensiones. En los primeros, el informe recomienda una estrategia similar a la fiscal ya reseñada. Respecto a las pensiones, se anima a los interlocutores sociales para proseguir con unas negociaciones que permitan asegurar un sistema futuro robusto.

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