Fuente: Madrid/Geoscopio.
Científicos norteamericanos desarrollan una bateria que puede convertir el carbón convencional, que utilizan las centrales térmicas en todo el mundo, en un producto ecológicamente más limpio y energéticamente más eficiente.
Investigadores del Laboratorio Nacional de Brookhaven, en los Estados Unidos, acaban de patentar una bacteria que podría contribuir a disminuir los graves problemas ecológicos asociados a la quema de carbón, uno de los combustibles fósiles que más contribuyen a la intensificación del efecto invernadero.
"Esta bacteria puede convertir un carbón convencional en materia prima muy atractiva desde un punto de vista ambiental", ha comentado el químico Mow Lin, uno de sus descubridores.
Aunque el carbon es uno de los combustibles fósiles más abundantes del planeta, su combustión lleva asociada un gran número de problemas ambientales, el principal es la liberación de óxidos de azufre y de nitrógeno, así como el metal tóxico que se acumula en las cenizas de la combustión.
Durante años, los investigadores de Brookhaven han ido seleccionando tipos de bacterias susceptibles de que utilizasen el carbón como alimento, hasta que han llegado a identificar las que utilizan de forma más eficiente el carbón en "su dieta alimentaria", como comentan los investigadores.
Los microorganismos digieren el carbón, rompiendo su estructura molecular y eliminando tanto el azufre como los metales pesados que lo contaminan. El resultado de este proceso es que el carbón una vez tratado de esta manera, puede convertirse en combustible líquido o gaseoso de forma muy más eficiente que el carbón sin este tratamiento, generando además muchos menos productos perjudiciales para el ambiente.
Enviar la noticia a un colega