Fuente: Madrid/Geoscopio.
La Comisión ha concedido 18,5 millones de euros a nueve ciudades europeas, entre ellas Madrid y Barcelona, para introducir el hidrógeno como combustible en sus sistemas de transporte público. La iniciativa forma parte del proyecto de demostración CUTE , financiado en el marco del Quinto Programa Marco de Investigación y Desarrollo.
El hidrógeno es una fuente de energía eficaz, respetuosa del medio ambiente y con posibilidades de futuro, que la Comisión se ha comprometido a fomentar como parte de su plan de acción para fomentar el uso de combustibles alternativos en el transporte. A partir del año 2003, Amsterdam, Barcelona, Hamburgo, Londres, Luxemburgo, Madrid, Oporto, Estocolmo y Stuttgart serán la punta de lanza del transporte público urbano no contaminante.
La Comisión, en su Libro Blanco, se ha comprometido a reducir la congestión del tráfico y sus efectos perjudiciales, especialmente en las zonas urbanas, objetivo para el que resulta fundamental el fomento de combustibles alternativos para el transporte.
La introducción de autobuses de pilas de hidrógeno contribuirá a que las ciudades mejoren la calidad del aire y reduzcan las emisiones de CO2 gracias a un sistema de transporte público de última generación.
Financiado por la Unión Europea, este proyecto constituye la primera prueba de producción de volumen a esta escala realizada en el mundo.
La Dirección General de Energía y Transportes de la Comisión Europea ha consagrado uno de los mayores fondos de su historia a este proyecto de demostración. Los autobuses serán fabricados por EvoBus GmbH y se entregarán a las ciudades a lo largo del año 2003, podrán acomodar hasta 70 pasajeros y su velocidad máxima será de 80 km/h.
Gracias a esta tecnología, aún en fase de desarrollo, las empresas de transporte en autobús, pioneras a nivel mundial, tendrán la oportunidad de adquirir experiencia tanto en lo relativo a los vehículos como en cuanto a la infraestructura.
Cada empresa construirá una estación de servicio de hidrógeno gaseoso. Los productores del combustible participan como socios en la creación de la infraestructura de suministro de hidrógeno y algunos de ellos gestionarán posteriormente las estaciones de servicio, a fin de adquirir experiencia con los combustibles alternativos. El hidrógeno se producirá mediante diversos métodos, para, de esa forma, acumular información y comparar los distintos grados de eficacia.
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