Fuente: Madrid/Geoscopio
El Estado registró en los siete primeros meses del año un superávit de 2.979 millones de euros, el 0,4% del PIB, cifra que contrasta con el déficit de 2.237 millones de euros del mismo periodo del pasado año.
El Estado registró en los siete primeros meses del año un superávit en Contabilidad Nacional de 2.979 millones de euros, cifra que contrasta con el déficit de 2.237 millones alcanzado en el mismo periodo de 2001. De este modo, la capacidad de financiación de la Administración central se sitúa hasta julio en el 0,43% del PIB, frente a una necesidad de financiación del 0,34% en los siete primeros meses del pasado ejercicio.
El superávit del Estado es consecuencia de unos recursos no financieros por valor de 63.450 millones de euros y unos empleos que alcanzaron hasta julio los 60.471 millones de euros. El saldo primario durante los siete primeros meses del año (una vez descontados los intereses) arrojó un superávit de 12.660 millones de euros, superior en un 66% al superávit del pasado año.
En términos de caja, el Estado alcanzó un déficit en el periodo enero-julio de 6.213 millones de euros, lo que representa un notable descenso del 31,7% respecto a 2001, cuando el déficit se situó en 9.098 millones.
Tanto las cifras de ingresos como las relativas a los pagos están condicionadas por el nuevo modelo de financiación autonómica que entró en vigor este año y mediante el cual las CCAA asumieron una parte importante de los tributos y una parte de los gastos, básicamente los de sanidad.
Los impuestos indirectos mantienen una evolución favorable, especialmente el IVA, con una recaudación total de 24.916 millones hasta julio, el 9,3% más que hace un año, lo que muestra que el consumo crece a buen ritmo.
Las cuentas con el exterior presentan, por último, una mejora en la necesidad de financiación de la economía española. Dicha necesidad fue en el segundo trimestre de 2.929 millones de euros, con una reducción del 7% respecto a un año antes. En términos de PIB, la necesidad de financiación exterior se ha reducido en dicho periodo dos décimas de punto porcentual, hasta situarse en el 1,7%.
Esta disminución se ha derivado, fundamentalmente, de la reducción del déficit comercial, explicada, a su vez, por la mejora del saldo en términos reales y la favorable evolución de la relación real de intercambio.
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